martes, 17 de marzo de 2020

MI PASADO,MI HISTORIA


Hoy no me apetece escribir sobre los políticos que de no la política. Estamos confinados y he aprovechado para "ordenar mis cosas".
Proyectos relevantes, escritos juveniles, expedientes académicos, conferencias, cartas, historias y fotos, bastantes fotos.
Fotos de amigos que se fueron, más de la cuenta y viajes, viajes y momentos que quedaron reflejados en escritos y películas imperecederas.
Bueno, eso creía yo. Lo almacenado durante tantos años con la ilusión que hijos, conocidos y demás familia lo aprovecharán se fue al traste con esta situación de confinamiento. Lo he encontrado y lo voy a destruir.
He leído, mis inicios en los sindicatos de estudiantes, las manifestaciones ante "los grises" e incluso un documento en el que se me acusa de "dirigir" una asamblea "no autorizada".
Eran otros tiempos.
He conocido, es mi único provecho de aquellos tiempos, a personajes increíbles, tanto en lo bueno y en "lo malo", muchos más en lo primero que en las "equivocaciones" de los segundos.
Echando la vista atrás, me ha gustado la etapa intermedia de Fraga, el ojo "clínico" de José Antonio Segurado, la sinceridad, apoyo y lealtad de Solís, "la sonrisa del régimen", la inteligencia de Isabel Tocino, el ideario de Felipe Gonzalez y el socialismo sincero de Guerra, entre otros muchos más, de los que aun guardando muy bueno recuerdo, no son conocidos.
Y esto es así. Generalmente los buenos no están en primera fila. He constatado que los estudiosos e inteligentes les falta, la mayoría de las veces, el desparpajo de los ignorantes. Estos últimos, al carecer de cualquier tipo de vergüenza vocean generalmente mentiras con los que atraen a los que no son capaces de discernir entre la realidad o sueño.
Me tocó, en cierta ocasión, hacer un estudio de las inversiones realizadas por el Estado y su resultado diferenciado, y aquí radica una de las más curiosas circunstancias: las inversiones del Estado son o no son "rentables" dependiendo del lugar que se hagan y aquí se abría un interrogante sutil, la influencia y educación de los futuros trabajadores, esa variable, fundamental, no se puede estudiar fácilmente.
Se abrió para mí un campo nuevo entonces, hace más de 40 años, el estudio de la "tendencia" y el análisis de datos tan en boga ahora.
Fue un tiempo de aprendizaje, muy útil pero para mi poco práctico. Me "retiraron" de la política cuando esta se convirtió en personal. Partidista y nada universal.
Recuerdo, al leer mis artículos en los diarios e incluso he encontrado alguna carta de lectores, que me animaban, generalmente, a cumplir mis ideas. No fue posible.
Pero fue fuera de la política donde encontré a hombre y mujeres de valía más extraordinaria aún. Y digo mujeres que ya destacaban en los años 70/80 sin falta de tanta majadería "industrial".
Y quise aprender de todos y cada uno de estos tipos gigantes. Recuerdo a una investigadora sobre las células que hablando no cansaba a nadie, su amena charla deriva inefablemente al ser humano y su comportamiento social.
NO se si vive. Pero, como D. Ramón y alguno que otro que aún frecuento, fueron para mí el camino, que no la meta, de mi vida.
¡Cuantos recuerdos se almacenan en estanterías sin querer!¡Cuantos anhelos y cuantos fracasos!
Este coronavirus traerá como consecuencia un cambio de vida, como siempre, habrá quien persista en el error de no aprender nada.
Allá ellos.




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