Esta es mi Asturias, así de vana, así de fatua, pero es así. Como dice
Alvaro Cuervo Catedrático de Economía de la Empresa
"somos
grandones:
escalerona,
regasificadora,
superpuerto,
metrotren, ave... evito comentarios" y es que somos así:
grandones y tontos.
Tenemos un Presidente
Areces y unos
políticos que no nos merecemos, bueno en general no los merece nadie, son peores que un dolor de muelas; mientras los que están en el poder no dejan de decir
tonterías como "la crisis se nota menos en Asturias", "Asturias crecerá más que el resto de España" resulta que nos llaman la atención por hinchar los presupuestos, falsificar los ingresos, no acabar las obras en los presupuestos previstos y tener desviaciones impresentables e
inexplicables.
Por si fuera poco los que aspiran al poder, no saben cual es su
líder a las elecciones, están divididos, pierden a sus más solidos valores y que han sido votados en una elecciones apañadas por más del 35% de los militantes, Juan Morales entre otros, piensan en el retorno de los dinosaurios como el Cascos y su "
troupe" del futuro, el Isidro,
Ceñal y compañía, a eso se le llama futuro.
Y para enredar más el otro día en la "macro manifestación" contra el asunto del "
parquin"
subterraneo de
Uría, los datos son elocuentes: la
policía local 800 personas,
ASCIZ: 5.000, El "presidente vecinal" (?). 7.000 y como no la Paloma y los suyos 10.000. A un servidor no le parecieron más de 500.
Esta es mi Asturias, la de un tal José
Sariego que dice ser Presidente de La plataforma vecinal, ¿de qué vecinos será?¿la de los de 4º derecha? y es que tiene razón
Alvaro Cuervo, somos
grandones, se reunen los del 4º, derecha e izquierda, y surge un Presidente vecinal, ¿no les parece de
guasa?, bueno pues este señor dice "vamos a defender la ciudad que heredamos de nuestros padres, no la especulación". Demagogia barata para enclenque militantes de la izquierda más ignorante, este, ahora ya si fulano, aspira al
inmovilismo más cruel e insensato, nada de progreso eso es de inteligentes, aquí todos memos.
Y mientras Doña Paloma haciendo de las suyas, todo menos trabajar, el difamar y contar medias verdades se le da mejor.
¡Que tropa Dios mio!