sábado, 1 de octubre de 2011

DEMAGOGIA BARATA

Esta Pilar Varela la alcaldesa del pueblo de Avilés indignada con el Principado por el continuo y alevoso ataque que sufre el Niemeyer, claro que este ataque consiste en saber dónde están los dineros de los contribuyentes asturianos y cual ha siso la "magnifica" dirección que el centro ha sufrido y mucho me temo que seguirá sufriendo si no hay un Presidente con agallas que ponga en su sitio a la pandilla de gandules y necios que impera en nuestra tierra.
Mire usted Doña Pilar, nosotros los asturianos somos los que estamos indignados, no con el Centro, si no con usted y su banda que son incapaces de presentar a los asturianos las cuentas de los gastos sufridos por el Centro, no se olvide señora alcaldesa que los asturianos hemos puesto en su pueblo más de 40 millones de euros y no quisieramos que gran parte de los mismos sean para juergas, viajes de placer, cubatas y no se sabe qué más.
Mire usted Doña Pilar si se enfada hace usted bien, ya sabe lo que hay que hacer, exigir la contabilidad, depurar responsabilidades, dimitir e irse para casita; un servidor no "ataca " a Avilés, le ataca a usted como política, bueno eso es un decir, a cualquier cosa llaman ahora "política" que no ha querido, sabido o no sé qué otra causa, dirigir con acierto ese magnifico y genial centro que los asturianos hemos colocado en Avilés. Podrá usted engañar a algunos, a otros que quizá se aprovecharon del "asunto" y a unos pocos que quizá robasen. No está nada claro, lo que si se sabe es que faltan facturas, contabilidad y caja...¿que bonito verdad? y eso no es "atacar" a Avilés y ni muchisimo menos desprestigiar al Centro Niemeyer, eso prestigia a la política y a los políticos que deben ser precisos y honrados en presentar a los administrados en qué, cómo y cuando se gastan sus impuestos.
Manifiestese usted todo o que quiera, pero presente facturas y cuentas. Deje en paz a los avilesinos y a los asturianos, si usted tuviese la diezmillonesima parte, que complicado verdad, de política estaría ya en su casa y avergonzada.

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