Una cadena de anomalías evita que el AVE León-Asturias sea de alta velocidad
Luis Urdiales en El Diario de León
Trobajo del Camino es una anécdota más en el rosario de anomalías que hacen de la línea de alta velocidad de León a Asturias la más lenta de España. El puente de Trobajo del Camino es ahora un exponente mediático de esa cadena de retales que suman para que el tren no vaya a alcanzar ni la mitad de la velocidad media que se desenvuelve en este tipo de conexiones ferroviarias, ni que los tiempos de trayecto se coloquen a la altura de eficiencia y la competitividad que exige la evolución del transporte. Se ofrece la estructura como prueba de carga que no se puso el mimo empeño para desplegar el AVE a Sevilla o a Valladolid que en traerlo hasta León y lanzarlo, posteriormente hasta Pola de Lena, bajo la Variante de Pajares, que ha absorbido más de cuatro mil millones de euros.
Sobre el papel se le llama AVE, pero sobre la vía no llegará a las cotas que definen la alta velocidad. Una de las anomalías en la extensión de la traza es que la velocidad punta de 300 kilómetros hora que marca el tren entre Madrid y Valladolid, y algunos tramos al sur de la capital leonesa, no se van a lograr entre León y La Robla.
La inversión en estos veinte kilómetros de adaptación ferroviaria, de tránsito de ferrocarril convencional al de alta velocidad, no ha bastado para lograr más que un salto cualitativo de 155 kilómetros por hora a 160 kilómetros por hora. Se cambió el asiento, la traviesa, el raíl, pero no se rectificaron y corrigieron las curvas; se eliminaron pasos a nivel, pero los puentes quedaron definidos por volúmenes que no admiten un tren a 300 kilómetros por hora bajo los protocolos de seguridad que empujan la alta velocidad.
Una hora y cuarenta y cinco minutos de tren entre León y Madrid no se puede considerar alta velocidad; como tampoco las dos horas y cincuenta y seis minutos que empleará el tren AVE cuando circule bajo la Variante de Pajares, en las condiciones técnicas que no admitieron la cascada de correcciones que se habían decidido aplicar con el último presupuesto del PP, acordaron con el apoyo de Foro, que metía el ancho internacional a la Variante, la segunda vía en la plataforma de alta velocidad, y los revoques a la estructura que pasó en los últimos años de ser una vía convencional a una de altas prestaciones. Aunque no tendrá otra identificación de línea de alta velocidad que la valla de costura que rodea el cauce del tren, que circulará a 160 kilómetros hora como máximo.
La adaptación del tramo León-La Robla se ha quedado a mitad de camino de lo que habían proyectado PP y Foro en aquel presupuesto de 2018, que murió al poco de quedar definido, cuando cayó el Gobierno por la moción de censura de los socialistas contra Rajoy.
En la cima de las anomalías brilla el puente de Trobajo, que Adif planteaba derribar antes de agosto de 2020, según se ha podido comprobar con el paso del tiempo, a pesar de los desmentido reiterados que empleó el administrador para tratar de negar la verdad cuando el plan oculto en Trobajo salió a la luz y el descontento social se desató, hasta llegar a este punto de fricción entre vecinos y Gobierno en el que se encuentra ahora.
Con puente de Trobajo demolido y recrecido o con puente de Trobajo en el encaje actual, el tren entre León y Asturias no va a poder alcanzar los límites por los que Europa distingue los corredores de alta velocidad, incluidos las estructuras urbanas que tienden a la integración ferroviaria, para evitar que el tren de alta velocidad termine por ser un condicionante negativo para la movilidad entre vallados, pasos elevados y brechas en superficie.
Ejemplo de que la traza de la alta velocidad de León y Asturias no es objeto del mimo empeño y dedicación que otras vías de alta velocidad en España es que la segunda vía pendiente desde el mismo día de la puesta en servicio del AVE a León se mantiene al margen de proyectos y presupuestos. La doble vía al sur de León quedó el alero el día que el Gobierno de la moción a Rajoy derogó el presupuesto acordado por Foro y el PP para rematar la salida del AVE de León hacia Asturias, en la Variante, antes de la Variante y después de la Variante, según los criterios técnicos que marca el libro blanco europeo de la alta velocidad. La alta velocidad se escribe con raíles torcidos más allá del puente de Trobajo.
El tren se rodeó de puentes para el proceso de cambio de piel entre León y La Robla; de pasos elevados, al contrario de la solución de permeabilidad que fue tendencia a comienzos de este siglo, que se saludó en varios puntos de la provincia con pasos inferiores para deshacer los pasos a nivel.
Hace año y medio que la promoción de Adif desenvuelve la actividad en torno a estas estructuras, algunas nuevas, algunas revocadas, que se incluye en el plan general de inversiones de despliegue de la vía de alta velocidad entre León y La Robla. El ferrocarril y los puentes, como parte de ese paisaje que en sentido norte gana continuidad, y despeja el camino de los obstáculos que antes intervenían contra el paso del tren. Trece puentes; siete antiguos, heredados de aquella traza convencional que con el paso del tiempo exigió soluciones seguras en torno al crecimiento poblacional que se experimentó en la cuenca del Bernesga; cinco son de nueva estructura. Y, después, como ejemplo de que en las obras del gestor ferroviario también hay dos velocidades, está el puente de Trobajo del Camino, que soporta la presión condenado a desaparecer.
¿OS ENTERAÍS DE UNA VEZ?